Translate

jueves, 21 de noviembre de 2013

Racismo y Xenofobia en Antofagasta


Xenofobia en Antofagasta, el endoso de las responsabilidades históricas.


Otra mala decisión del Gobierno producto de su baja sintonía con la región. Este endoso de responsabilidades a los inmigrantes agudiza más los problemas en vez de solucionarlos, y nombrar alguien como Waldo Mora como Intendente resulta como apagar el fuego como bencina.


Luego de las tristes imágenes y videos que presentaron los  medios de prensa e internet, principalmente las redes sociales, donde en Antofagasta luego del empate de un emocionante partido de fútbol con Colombia, se mostraban riñas callejeras inéditas entre chilenos y colombianos en la perla del norte, y me atrevería decir en Chile, dejaron en evidencia un sentimiento y sensación racista y xenófoba en nuestro país que cada día va en aumento. Indicar que en mi calidad de candidato a Consejero Regional, me llama la atención que cerca del 50% de las personas con que converso a diario solicitan que se expulsen a los inmigrantes por sobre todo a los provenientes del famoso país cafetero, con diversos argumentos entre sanitarios, laborales, de convivencia, etc.
Antes de sacar cualquier conclusión es recomendable indicar que nuestro país históricamente ha recibido personas de otras latitudes; a decir, durante los siglos XIX y XX se recibieron diversas comunidades extranjeras que llegaron por diversos motivos a Chile, considerar que en esa época la sociedad chilena estaba formada por el mestizaje entre grupos colonizadores y la población indígena, y el fenómeno de la inmigración se modificó a propósito de la participación de estos grupos en la sociedad. Con todo, la razón principal de la llegada de extranjeros ha sido siempre la económica, y qué casualidad que los buenos momentos económicos del país se han debido siempre a la explotación y comercialización de commodities (materias primas… salitre y cobre) y no de manufacturas o tecnologías. A mayor abundamiento, durante la primera mitad del siglo XX se produjeron inmigraciones colonizadoras de origen europeo patrocinadas por los Gobiernos de la época, especialmente alemanes, croatas, y españoles que huían de la Guerra Civil Española. De igual forma, el comercio marítimo en los puertos impulsó el establecimiento de ingleses, franceses e italianos. Agregar que, también fue importante el número de colonos de origen palestino, que formaron la colonia más grande fuera del Medio Oriente; no tengo antecedentes de pugnas o incomodidades como las de hoy, aún cuando el fenómeno era más menos el mismo.
Ahora bien, he escuchado de todo al respecto, como por ejemplo que fue en la época de la concertación cuando se dejó entrar a todos los extranjeros, y en resumen la clásica es siempre buscar culpables y no soluciones… y qué dice la Ley de Migración y Extranjería???, esta ley data del año 1975, es decir cuando el país en todo sentido tenía otra realidad, y está enfocada, acorde con la ideología de la época, fundamentalmente en la defensa y seguridad del país, y por sobre todo guarda más precisiones estadísticas que otra cosa, por tanto el ingreso de extranjeros resulta en general ágil y con escasos controles que restrinjan o moderen la estadía permanente en Chile. Es más me atrevería a decir que esta normativa  la considero demasiada enfocada en los aspectos económicos del fenómeno migratorio dado que “Lleva consigo un foco utilitario de la migración para la economía nacional (mano de obra barata), dejando de lado la integración como norte”.
Somos un país que presentamos una economía sana… egoísta, asimétrica y desigual, pero sana en términos estadísticos, el fundamento de este resultado ha sido el buen precio del cobre y los tratados de libre comercio (TLC) con las economías más importantes del planeta, pero reitero que en términos políticos y administrativos el país sólo se ha concentrado en lo económico, y en caso alguno previó este desregulado y predecible fenómeno, o si lo previó se privilegió la mano de obra barata, que en concreto va en desmedro de mejores expectativas de sueldos para los chilenos (recuerdo una promesa de campaña de sueldo mínimo de 250 mil… promesas dije). En general todas las propuestas del Gobierno de Excelencia se centran en cómo modificar el Código del Trabajo para que las empresas puedan contratar a mas extranjeros (declaraciones del Ministro Chadwick respecto a reformas de otorgamientos de visas), pero no se abordan importantes temáticas como atención de salud, en general asuntos relativos a leyes sociales especiales para poder atender de manera correcta y humana a los extranjeros que buscan oportunidades en nuestra nación, en consecuencia Chile necesita ya una ley precisa, sin vacíos legales y con procedimientos claros para que los extranjeros puedan ejercer sus derechos, y de una vez por todas poner fin a la discriminación arbitraria de la que hoy son víctimas muchos de los 400 mil personas que han llegado a Chile con el sueño de un futuro mejor abierto a oportunidades, una ley que deje como mal recuerdo la sensación de “invasión”  de inmigrantes que quitan espacios laborales, proliferan enfermedades y delincuencia que sufrimos hoy como país, al punto de cuestionarnos nuestra tolerancia como sociedad. 
El nombre de esta columna es que en lo principal, tanto el gobierno como la sociedad en general lo que hace es endosar problemas de fondo que tenemos como país y no asumirlos, ya que la frase “delincuentes se les acabó la fiesta” quedó como una humorada más, y en concreto los delitos y la sensación de inseguridad en Chile no han ido precisamente a la baja, pero esto no es resorte exclusivo de los inmigrantes, sino que es fenómeno producto de la profunda desigualdad que genera este sistema económico. Que los servicios de salud colapsen, tampoco es responsabilidad exclusiva de los extranjeros, como país tenemos un extenso historial de la mala calidad de la salud, y finalmente de cierta forma existe un complejo de inferioridad de ciertos compatriotas al sentirse superiores a otras personas sólo por el hecho de ser chileno, pero esta  ficticia superioridad guarda como elemento de juicio falencias propias de nuestras nación en términos históricos, y que el fenómeno desregulado de la inmigración ha sido un buen distractor de la incapacidad de este sistema económico avalado por el Gobierno de Piñera por resolver trasnochados problemas de fondo que tenemos como país.
Finalmente, la región de Antofagasta debido a su condición de ser la capital minera del mundo y por ende la región que alberga la mayor cantidad (en términos porcentuales) de inmigrantes, es la que ha sufrido en mayor grado este lamentable conflicto social; agregar que nuestra región es que la más aporta al erario fiscal y en cambio recibe bastante poco; que en general queda la sensación de que todo el mundo vive en un Departamento de 4.000 UF y que tiene una 4×4 que renueva anualmente, cuando la realidad no es así, menos de la mitad de la población trabaja en minería. Es una de las regiones más desiguales del país, la misma casa que en Santiago vale 2000 UF, en Antofagasta vale el doble (lo que no se entiende ya que terreno hay de sobra, hay ripio, arena y una fábrica de cemento), sumar que los arriendos están por las nubes; estudios nos indican que al momento de irse a vivir a la región de Antofagasta desde otro punto del país con el mismo sueldo, automáticamente uno se transforma en un 20% más pobre, es decir los sueldos tienen un menor poder adquisitivo dado que todo es más caro por efecto de la ley de la oferta y la demanda en que se basa el modelo económico; y que mucha gente que trabaja en la región pero dado que la ciudad no ofrece muchas comodidades, aparte de ser caro, vive en otras regiones, de hecho estudios económicos nos indican que los recursos que se fugan de la región por concepto de sueldos producto de la minería son alrededor de 96 mil millones de pesos, es decir un poco más que el total del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que se asignó a esta región para el año 2013.
Con todo este escenario lo correcto que debió hacer el Gobierno, a propósito de las movilizaciones sociales como la de Tocopilla que son fruto de todas estas inequidades, asimetrías y olvido, es generar políticas públicas coherentes y pertinentes a la realidad de la región, normativas, reglamentos y las condiciones necesarias para superar estos problemas de fondo (que si le agregamos el fenómeno de la inmigración más agudos se ponen) terminen y podamos progresar; Pero hace todo lo contrario, nombra un Intendente como Waldo Mora quien como broche de oro a la integración afirmó que Bolivia buscaba salida al mar para traficar drogas, que a propósito de todo esta gresca que ha dado plana completa en los diarios por más de 4 días acusó a los inmigrantes colombianos de ser causantes de los quiebres matrimoniales además de internar a nuestro país nuevos delitos. Que para mantener la paz social y en entendimiento manifiesta su total rechazo a las movilizaciones sociales, como si estas fueran antojadizas e infundadas, y en términos de mérito del ex –DC podríamos indicar que mientras fue Diputado por el Tercer Distrito prometió a Tocopilla la creación de una Zona Franca Industrial, que fue un proyecto que nunca se concretó. En resumen, otra mala decisión del Gobierno producto de su baja sintonía con la región, y de cierta forma este endoso de responsabilidades a los inmigrantes agudiza más los problemas en vez de solucionarlos, y nombrar alguien como Waldo Mora como Intendente  resulta como apagar el fuego como bencina dado que sus declaraciones sólo siembran más odio y desinformación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario