Xenofobia en Antofagasta, el endoso de las responsabilidades históricas.
Otra mala decisión del Gobierno producto de su baja sintonía con la región. Este endoso de responsabilidades a los inmigrantes agudiza más los problemas en vez de solucionarlos, y nombrar alguien como Waldo Mora como Intendente resulta como apagar el fuego como bencina.
Luego de las tristes imágenes y videos que presentaron los medios de prensa e internet, principalmente las redes sociales, donde en Antofagasta luego del empate de un emocionante partido de fútbol con Colombia, se mostraban riñas callejeras inéditas entre chilenos y colombianos en la perla del norte, y me atrevería decir en Chile, dejaron en evidencia un sentimiento y sensación racista y xenófoba en nuestro país que cada día va en aumento. Indicar que en mi calidad de candidato a Consejero Regional, me llama la atención que cerca del 50% de las personas con que converso a diario solicitan que se expulsen a los inmigrantes por sobre todo a los provenientes del famoso país cafetero, con diversos argumentos entre sanitarios, laborales, de convivencia, etc.
Antes de sacar cualquier conclusión es recomendable indicar que nuestro país históricamente ha recibido personas de otras latitudes; a decir, durante los siglos XIX y XX se recibieron diversas comunidades extranjeras que llegaron por diversos motivos a Chile, considerar que en esa época la sociedad chilena estaba formada por el mestizaje entre grupos colonizadores y la población indígena, y el fenómeno de la inmigración se modificó a propósito de la participación de estos grupos en la sociedad. Con todo, la razón principal de la llegada de extranjeros ha sido siempre la económica, y qué casualidad que los buenos momentos económicos del país se han debido siempre a la explotación y comercialización de commodities (materias primas… salitre y cobre) y no de manufacturas o tecnologías. A mayor abundamiento, durante la primera mitad del siglo XX se produjeron inmigraciones colonizadoras de origen europeo patrocinadas por los Gobiernos de la época, especialmente alemanes, croatas, y españoles que huían de la Guerra Civil Española. De igual forma, el comercio marítimo en los puertos impulsó el establecimiento de ingleses, franceses e italianos. Agregar que, también fue importante el número de colonos de origen palestino, que formaron la colonia más grande fuera del Medio Oriente; no tengo antecedentes de pugnas o incomodidades como las de hoy, aún cuando el fenómeno era más menos el mismo.
Somos un país que presentamos una economía sana… egoísta, asimétrica y desigual, pero sana en términos estadísticos, el fundamento de este resultado ha sido el buen precio del cobre y los tratados de libre comercio (TLC) con las economías más importantes del planeta, pero reitero que en términos políticos y administrativos el país sólo se ha concentrado en lo económico, y en caso alguno previó este desregulado y predecible fenómeno, o si lo previó se privilegió la mano de obra barata, que en concreto va en desmedro de mejores expectativas de sueldos para los chilenos (recuerdo una promesa de campaña de sueldo mínimo de 250 mil… promesas dije). En general todas las propuestas del Gobierno de Excelencia se centran en cómo modificar el Código del Trabajo para que las empresas puedan contratar a mas extranjeros (declaraciones del Ministro Chadwick respecto a reformas de otorgamientos de visas), pero no se abordan importantes temáticas como atención de salud, en general asuntos relativos a leyes sociales especiales para poder atender de manera correcta y humana a los extranjeros que buscan oportunidades en nuestra nación, en consecuencia Chile necesita ya una ley precisa, sin vacíos legales y con procedimientos claros para que los extranjeros puedan ejercer sus derechos, y de una vez por todas poner fin a la discriminación arbitraria de la que hoy son víctimas muchos de los 400 mil personas que han llegado a Chile con el sueño de un futuro mejor abierto a oportunidades, una ley que deje como mal recuerdo la sensación de “invasión” de inmigrantes que quitan espacios laborales, proliferan enfermedades y delincuencia que sufrimos hoy como país, al punto de cuestionarnos nuestra tolerancia como sociedad.
Finalmente, la región de Antofagasta debido a su condición de ser la capital minera del mundo y por ende la región que alberga la mayor cantidad (en términos porcentuales) de inmigrantes, es la que ha sufrido en mayor grado este lamentable conflicto social; agregar que nuestra región es que la más aporta al erario fiscal y en cambio recibe bastante poco; que en general queda la sensación de que todo el mundo vive en un Departamento de 4.000 UF y que tiene una 4×4 que renueva anualmente, cuando la realidad no es así, menos de la mitad de la población trabaja en minería. Es una de las regiones más desiguales del país, la misma casa que en Santiago vale 2000 UF, en Antofagasta vale el doble (lo que no se entiende ya que terreno hay de sobra, hay ripio, arena y una fábrica de cemento), sumar que los arriendos están por las nubes; estudios nos indican que al momento de irse a vivir a la región de Antofagasta desde otro punto del país con el mismo sueldo, automáticamente uno se transforma en un 20% más pobre, es decir los sueldos tienen un menor poder adquisitivo dado que todo es más caro por efecto de la ley de la oferta y la demanda en que se basa el modelo económico; y que mucha gente que trabaja en la región pero dado que la ciudad no ofrece muchas comodidades, aparte de ser caro, vive en otras regiones, de hecho estudios económicos nos indican que los recursos que se fugan de la región por concepto de sueldos producto de la minería son alrededor de 96 mil millones de pesos, es decir un poco más que el total del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que se asignó a esta región para el año 2013.

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